Cuidados paliativos: Mons. Paglia ilustra el compromiso “integral” de la APV
Ciudad del Vaticano
La Academia Pontificia para la Vida está plenamente comprometida con los cuidados paliativos, con conferencias (las próximas en Brasil y Ruanda), encuentros ecuménicos, publicaciones y formación académica. En Tirana, en la sede de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Nuestra Señora del Buen Consejo, Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, ha ilustrado las etapas del compromiso de la Academia para promover la difusión de una cultura de los cuidados paliativos en el mundo, subrayando que el empeño sobre el tema responde al mandato del Papa Francisco, cuando en el año 2015, al recibir a los Académicos dijo: “Los cuidados paliativos (…) valorizan a la persona”. Con el proyecto Pal-Life, Pav ya ha organizado varios eventos internacionales: en Houston, Doha, Roma y Milán.
Encuentro en Brasil en mayo y en Ruanda a finales de septiembre
El próximo mes de mayo, un encuentro en Brasil para la implementación en América Latina; a finales de septiembre en Ruanda para tratar el tema en el continente africano. A esto se añade el aspecto de los cuidados paliativos en el contexto ecuménico e interreligioso. Ya se han firmado dos declaraciones conjuntas entre Pav y la Iglesia Metodista Americana, y con la Fundación Qatar, mientras se está redactando una declaración interreligiosa con las religiones judía e islámica. “Una nueva alianza entre fe y humanismo -explicó Monseñor Paglia- permite afirmar que en la vida humana, aún frágil y aparentemente derrotada por la enfermedad, hay un valor intangible. Los cuidados paliativos encarnan una visión del hombre que es a la vez profundamente religioso y profundamente humano. Durante el encuentro, Mons. Paglia hizo la primera presentación pública del Libro blanco sobre cuidados paliativos “que se enviará a las universidades y hospitales católicos de todo el mundo para ayudarles en su conocimiento y práctica”. Queremos promover una cultura paliativa, tanto para responder a la tentación que viene de la eutanasia y del suicidio asistido, como para madurar esa cultura del cuidado que permite ofrecer una compañía de amor hasta el pasaje de la muerte, concluyó. (SIR)